Las columnas del Centro Municipal de Exposiciones Subte son un elemento característico del espacio. Su presencia y ritmo terminan de definir el carácter del lugar, y sus aspectos formales lo dotan de una particular identidad. Más que real plantea una intervención en el espacio arquitectónico, la de colocar junto a una de estas columnas su réplica exacta. La notoriedad de la obra, o más bien, la falta de ella, abre un espacio a la reflexión.
El objetivo del proyecto es problematizar, a través de esta falsa columna, el sentido de lo «verdadero». Fenomenológicamente esta columna será percibida como una columna real, aún sin cumplir función alguna. En los tiempos de la omnipresencia de la imagen y donde comienza a instalarse el concepto de pos-verdad ¿nos atreveríamos a decir que esta columna es completamente falsa? Esta obra pretende instalar una metáfora sobre la dicotomía de lo falso y lo auténtico, sus límites imposibles, la fuga de lo real, la influencia determinante de lo invisible y lo banal.